M. R. P. Provincial Domingo Amigo González, OSA. Provincia Agustiniana de san Juan de Sahagún de del Consejo de Dirección, secretario general. También saludar al nuevo director del Centro Teológico San Agustín, Rvdo. P. Manuel Sánchez Tapia, OSA, que me ha sustituido en dicho servicio.
Buenos días: queridos profesores, alumnos y personal de servicio del RCU Escorial-María Cristina y los del Centro Teológico San Agustín, que conforman el Real Centro de Estudios Superiores de El Escorial, refundados por la Reina María Cristina de Habsburgo y Lorena en 1892. Es mi deseo poner de manifiesto mi agradecimiento y daros nuestra bienvenida a todos vosotros. Igualmente manifestar un particular y estudios de grado como de postgrado, en sus distintas ramas del saber, Teología, Derecho, Administración y Dirección de Empresas, Máster Universitario de Acceso a la Profesión de Abogado, y Quiropráctica. Una oferta de estudios que, una vez más, responde claramente a las demandas y a las expectativas de preparación y de formación de nuestra sociedad. Esta bienvenida también la quiero hacer extensiva a todo el personal tanto a los que ya estaban con nosotros como a los que se incorporan en este nuevo curso, como los miembros de la secretaría y administración, Mar, Rodrigo, Marichu y Pablo.
Nuestro Centro de Estudios Universitarios se concibe ante todo como universidad, es decir, como centro de saber científico, de investigación y progreso, de creación y de difusión del conocimiento, dentro de la tradición católica, raíz y origen de la universidad misma, con una clara dimensión confesional. Habría que tener en cuenta la determinación de ser un referente en este aspecto, cuidando los requisitos que han ofrecido los agustinos durante todo el tiempo que llevamos adelante en esta obra como acción misionera en el mundo de los Estudios y la Evangelización de la Cultura.
Durante este curso 2022 – 2023 celebraremos los 130 años de existencia, en este edificio de la que naciese la Provincia Matritense del Sagrado Corazón de Jesús que fue en 1895.
Por eso debemos situarnos en el hoy, proyectado el mañana, sin olvidarnos del ayer. Las opciones son claras:
En primer lugar, optar por la formación inicial de nuestros estudiantes universitarios, pero además por la transmisión de conocimientos y valores de forma permanente, potenciando la Asociación de Antiguos Alumnos, de la que han formado y forman parte, prestigiosas personalidades y cuya presidencia de honor ostenta en la actualidad Su Majestad el Rey Felipe VI.
En segundo lugar, la profundización en la investigación científica y humanística, la creación y el desarrollo de tales conocimientos, unida a la valorización económica y financiera de los resultados.
En tercer lugar, la necesaria promoción de la cultura y de la cooperación internacional, mediante la difusión del conocimiento, así como los valores que defendemos como son claramente el humanismo cristiano y la confesionalidad católica. Es preciso hablar de Dios en las aulas, en los discursos, en las conversaciones, en el día a día, respetando las diversas opiniones desde un sano pluralismo religioso y teniendo en cuenta la presencia de la multiculturalidad.
Todos son aspectos decisivos como líneas de trabajo, objetivos y proyectos que se pueden alcanzar razonablemente. Añadir claramente el servicio a la sociedad civil, pues las universidades conforman, la visión, el potencial y la misión de un gran desarrollo sostenible y la expectativa para la mejora del conjunto de la res publica, puesto que actualmente se reconoce de forma generalizada que el conocimiento constituye un recurso imprescindible para el desarrollo económico y social, de toda sociedad. Optar por valores como la dignidad de la persona humana; la pasión por la verdad, tan agustiniana ella; la sabiduría; la creatividad; la lealtad; el sentido de la prudencia; la justicia; la generosidad, la libertad personal del individuo y su consiguiente responsabilidad; la integridad, la apertura al diálogo; el sentido cívico; el cultivo de la vida espiritual; la honestidad junto con la solidaridad; la capacidad crítica; la necesidad de relación y de trabajo en equipo; la convivencia, la empatía; el esfuerzo, la abnegación, el sacrificio, la constancia, el sentido de trascendencia; la sensibilidad social, nuestro sentido moral o el compromiso ético; la bondad, la caridad, la tolerancia, la escucha del prójimo, que como decía san Agustín es el más próximo; la fe y la esperanza y el cuidado de la ecología, que no es otra cosa que asumir que la Providencia de Dios sigue actuando entre nosotros. Estos valores deben estar dentro de cada uno, en nuestra actividad, en nuestro ser y estar, para poder ser transmitidos con fidelidad a todos lo que están involucrados, profesorado, alumnado y personal de servicio. Todo ello debe conformar nuestras actitudes y nuestros comportamientos y que no pueden quedar indiferentes ante la realidad y los problemas que nos circundan, para que seamos capaces entre todos de saber responder a los grandes desafíos del presente que vivimos y lo que nos plantee el futuro.
Tenemos unos grados que ofrecen un porcentaje de mayor empleabilidad, por su carácter versátil. Los alumnos buscan frecuentemente los grados que más salidas y oportunidades ofrecen. Es preciso tener a disposición la información necesaria sobre las competencias que se van a adquirir con cada grado y los sectores en los que es más normal y constante se puede obtener un trabajo. Es también bueno darse cuenta de qué es lo que te gusta, es decir, qué quieres y qué no. Una inversión y una garantía de que te encuentras más cerca de obtener lo que deseas. Para eso es conveniente el apoyo familiar, del entorno social, y de uno mismo. Normalmente la formación académica que se recibe a lo largo del grado permite con más facilidad la incorporación al mercado laboral. Se obtiene una inmejorable preparación que culminará en el máster. En definitiva, es poder combinar adecuadamente la amplia formación académica que te da el grado con la consecuente especialización.
Apostamos para que nuestros alumnos salgan al mercado laboral lo más preparados posible, ofreciendo una formación teórica del más alto nivel, complementada con la realización de prácticas profesionales, para que una vez que salgan al mercado laboral puedan acceder con las máximas garantías a cualquier puesto de trabajo en su ámbito de conocimiento. Pero toda esta formación académica no tendría tanto reconocimiento si no fuese acompañada de una formación en valores.
Tratamos de que nuestras enseñanzas también preparen a cada alumno como persona, como ciudadano y con valores. Esos son los valores morales y éticos, ya mencionados, imprescindibles en el tiempo presente y en la actual sociedad española. Garantizamos la formación integral de las personas. Nuestros alumnos poseen valores y aportan valor a la sociedad. Esto junto a la dedicación personal que hacemos a cada uno de los mismos y el seguimiento tanto en orden personal como en el académico nos confieren un plus de garantía sobre nuestro trabajo y dedicación para el mejor desempeño de las necesidades de los estudiantes y una ayuda a sus familias. También es conveniente tener en cuenta la distancia que existe entre el contenido de los programas de estudio, de un lado y los conocimientos y competencias que realmente se necesitan, por otro.
Sobre el profesorado, la normativa vigente, ya lo saben todos Vds. viene determinado por el plan Bolonia que recoge la guía que debía seguirse por todos los sistemas educativos nacionales con el objetivo de facilitar el intercambio de titulados entre países, así como un contenido adaptado a las demandas sociales y profesionales. Todo ello, de manera que se mejorase la competitividad en el continente europeo. Los países que participan en este proceso son: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Islandia, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Holanda, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía, Serbia, Suecia y Suiza.
En octubre del año 2007 el Gobierno español aprobó un real decreto en el que se dejaba asentado el Proceso de Bolonia, un plan con el que España ingresaría al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y lograría modernizar su sistema de educación universitaria. A partir de ese momento todos tuvimos que ponernos las pilas y realizar un nuevo esfuerzo y obtener el doctorado y ahora necesitamos otro esfuerzo para obtener la acreditación de la ANECA. Es un tema que hemos impulsado, corriendo con los gastos de esta para los profesores que desean obtenerlo, incluido el Rector que ya ha obtenido la preevaluación positiva, entre otros profesores.
La educación superior es un instrumento decisivo para el avance de la sociedad. Aporta un exigente nivel de formación imprescindible en un mundo cada vez más basado en el conocimiento, investigación, el desarrollo y la innovación. Son las universidades las responsables de impartir la educación superior y para ello deben disponer de docentes e investigadores de máxima cualificación. Los sistemas de valoración de esta cualificación son, sin duda, controvertidos y están sometidos a una revisión permanente. No obstante, al menos, tres aspectos de estos sistemas están consensuados y son homologables a nivel internacional: a) la vertebración del currículum de un profesor universitario en torno (muchas veces injustamente minimizada), b) la valoración de los méritos por pares, es decir profesores del mismo ámbito de conocimiento que, dada su experiencia y dilatada carrera, analizan y evalúan el CV de sus colegas, y c) el incremento gradual de los niveles de exigencia a medida que las disciplinas avanzan en un contexto científico global.
En nuestro país el modelo de acreditación de las distintas figuras de profesorado está regulado por normativas específicas que recogen lo manifestado a lo largo de toda la normativa y son las agencias de calidad las responsables de llevar a cabo esta labor.
La acreditación del profesorado universitario tiene, sin duda, importantes consecuencias pues no solo avala su currículum profesional, sino también introduce cohesión y homogeneización al sistema universitario. Los profesores de las universidades españolas reúnen un número y tipo de méritos muy semejantes, garantizando de esta manera a las instituciones universitarias y a la sociedad unos altos niveles de calidad. Todo sistema de evaluación es controvertido y es percibido de diferente forma según casos y la autonomía, transparencia y objetividad, propiciando que sea la propia academia quien determine los niveles mínimos exigibles para que un profesor pueda optar a una plaza convocada por las universidades. Se trata, en definitiva, y esa es nuestra obligación, de asegurar, junto a otros agentes sociales, la calidad en la enseñanza superior 1 . Para la rama teológica del saber está la AVEPRO, Agencia de la Santa Sede para la Valoración y la Promoción de la Calidad de las Universidades y Facultades Eclesiásticas 2 .
El tiempo, como ya manifestaba Aristóteles, es la medida del movimiento entre dos instantes, el que pasa y el que llega. Sin duda, el que llega siempre será un tiempo de esperanza y de oportunidades. Termino con mis mejores deseos de que sea un año de éxitos en la labor docente para el presente curso académico, con la felicitación para todos los miembros del claustro académico del RCU Escorial-María Cristina y el CTSA. A todos, muchas gracias, por vuestra inmensa tarea, por la lealtad recibida, por la colaboración constante, por el entusiasmo que aportáis a todo el proyecto de María Cristina y por vuestra presencia en el acto de inauguración del curso académico 2022-2023, en el contexto del patrono de los Estudios de la Orden de san Agustín, como es santo Tomás de Villanueva.
Muchas gracias a todos por vuestra paciencia y benevolencia.
Laudetur Iesus Christus
Enrique Somavilla Rodríguez, OSA
Rector del Real Centro Universitario Escorial-María Cristina
San Lorenzo de El Escorial, 7 de octubre de 2022